Quijotesca


Quijotesca, si de místico manto
Se cubren aquellos alrededores,
lo que en tu cabeza aviva no es más
que el reino invisible de desarraigados.

Otea la tierra, magma viva,
En el lecho seres se mueven, comen,
Beben de los cuerpos erguidos donde
ágiles flechas buscan cazar fruto y
con liviano peso, huír a un rincón
y repetir la misma melodía.

Mientras tanto, en lo más alto del reino
Mil esquirlas luchan por desasirse
de cadenas, heladas formas lloran
Mientras gráciles contorn0s buscando
Algún cobijo exhiben clara esfinge.

Avante, mi Quijote,
Tu sed de aire y de dudas,
Tu fina capa y lábil armadura
No serán aquí bien recibidas.

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